Bayron Allendes y Emilio Huerta se transformaron el pasado 21 de mayo en los campeones del Primer Rodeo de Laceros y Arrieros que se realizó en la Medialuna Lo Marín de Caleu, y que fue organizado por el Club de Huasos de Caleu y los Laceros del Llano de Caleu.

Allendes y Huerta, representantes de Rabuco, fueron campeones con 12 puntos buenos en los lomos de Acampao y Mensajeo.

El segundo lugar lo obtuvieron Francisco Lorca y Miguel Escobar (Llay-Llay) en Coqueto y Rango con cinco unidades, mientras que terceros fueron José Lazo y Froilán Lazo (Catemu) en Escandaloso y Princesa con cuatro.

En tanto, el premio al Lacero y Arriero más acampado lo obtuvo Rodrigo Miranda (Caleu), más conocido como "Billete", que montó a Palomo.

Marcelo Castillo Díaz, presidente del club, contó cómo resultó la fiesta a Caballoyrodeo.cl: "Estuvo todo muy bonito, salió todo bien, hubo harto público y no esperábamos tanta gente. Hubo por lo menos 500 ó 600 personas y Caleu es chiquitito. Estaba lleno. Había un espacio en la cancha que era de estacionamiento y estaba lleno con autos. Salió todo súper bien".

"Estamos contentos porque la idea era reunir fondos para las dos instituciones. Nosotros queríamos obtener fondos para comprar un estanque de 10.000 litros para acumular agua y los los laceros de El Llano, para arreglar las aguas que se están yendo para abajo, para arreglarla en los cerros y que puedan tomar agüita los animales que están en el cerro. Así que se cumplió bien el objetivo", agregó.

Castillo continuó destacando el éxito de la jornada: "Vino harta gente desde todas partes y se portaron súper bien los muchachos. Fue un espectáculo para la familia, para reírse, porque se sabía que iban a haber pocas atajadas. No es lo mismo que el rodeo, en donde hay caballos arreglados, acá solo andan para adelante. Entonces a veces el toro se paraba y el caballo pasaba de largo".

"El que se llevó todos los aplausos fue un niño de acá que se llama Sebastián Ahumada que corrió un macho, porque era chistoso el macho, ya que le tenía miedo a la atajada. Entonces cuando llegaba a la atajada, se abría, se abría y se iba encima de los otros caballos. Entonces fue chistoso. Corría un macho que se llamaba Chimuelo. Cuando corrían, se escuchaban gritos por todos lados y la gente manifestó que estuvo todo bonito, que lo pasó bien y quería que se repitiera", concluyó.