Cristian Guerrero, un criador y arreglador que aprovecha al máximo su tiempo

Por Julio Fernández Concha

El trabajo de un arreglador de caballos chilenos, será siempre de esfuerzo y sacrificio, pero sobre todo de mucha paciencia y responsabilidad,  ganándole al máximo horas al día para desarrollar de buena manera su trabajo y así lograr los resultados esperados.

En esta oportunidad, hablamos de Cristian Guerrero, propietario del Criadero Vegas de San Sebastián y arreglador de "mancos" chilenos, que en las últimas temporadas ha consolidado un buen trabajo en ambas cosas, destacando entre sus productos el potro Expreso, de muchas condiciones. Además, ha trabajado las yeguas Esperanza y Pretenciosa, de Fernando Rodríguez, que corridas por su hijo Cristian y Pedro Molina, están clasificadas para Rancagua.

En las últimas temporadas su trabajo ha sido plenamente reconocido, llegando a ser destacado en el Cuadro de Honor de la Asociación Ñuble como Mejor Arreglador y su potro Expreso como el mejor en su categoría, ambos premios en la temporada 2018-2019, a lo que hay que agregar la distinción entregada a su hijo Cristian Guerrero Pulgar, como Mejor Jinete Amateur.

Hoy con motivo de la pandemia por Covid-19, ha modificado su plan de trabajo, como una manera de tener más tiempo para realizarlo.

"La verdad es que estos difíciles momentos que estamos pasando, han sido de gran cuidado en la salud, pero me ha permitido dedicarle más tiempo a la caballada nueva, ejemplares que normalmente van quedando rezagados cuando hay una temporada normal. Actualmente tengo ocho caballos en trabajo permanente, más los míos, a los que también les dedico el tiempo necesario. Espero sacarlos a su debido tiempo", relató.

"Como son caballos de 5 años, espero sacarlos de a poco a los 7 años. Yo soy de los que me gusta sacarlos cuando ya están firmes, así también aseguramos más duración de ellos, ya que están más desarrollados en sus huesos y musculatura", complementó.

Guerrero, es un arreglador que no da pausa a su labor. "Así es, para mí frío, lluvia, calor, no son impedimentos para realizar mi trabajo, todos los días estamos al pie del cañón. Además, es algo que a mí gusta, así es que es un agrado", enfatizó.

También se refirió al tipo de trabajo que está realizando. "Los caballos más firmes se les está haciendo un trabajo de menos exigencias, ya que no tenemos fecha para el retorno a las actividades. Pero no es problema ponerlos a punto para cuando se sepa, ya que el trabajo de mantención ha sido permanente. Bueno, y los nuevos, esos tienen todo el tiempo necesario para trabajarlos, ya que los días oscurecen más tarde", explicó.

El apoyo de la familia es algo muy importante para él. "Realmente, en ese aspecto no tengo nada que decir, mi trabajo es algo familiar. A veces y cuando tiene tiempo, me ayuda mi hijo Cristian, ya que el recibió su título profesional y está trabajando. Además, mi familia me apoya y acompaña a todos los rodeos, lo que sin duda ayuda mucho", afirmó.

Respecto a las yeguas clasificadas, dijo: "Se encuentran en una clínica en Los Angeles. Se le están sacando embriones, al igual que a una hija del Talento. Se mezclarán con sangre del Expreso y el Huracán, confiamos en que saldrán buenas crías".

Un criador y arreglador, de muy bajo perfil, muy sencillo, pero muy eficiente en ambas cosas, que aboga por la vuelta al rodeo, pero cuando exista plena seguridad para todos.

"Estamos en momentos complicados, el cuidado de todos debe ser muy riguroso, por uno y por nuestras familias. Hay que esperar el tiempo que sea necesario para volver, se ve muy difícil un retorno pronto", argumentó.