Por Julio Fernández Concha

El Criadero Santa Constanza, de Jaime Toro Aravena, ubicado en el kilómetro 12 camino a San Fabián, San Carlos, Ñuble, se ha mantenido en el tiempo, porque su propietario desde sus inicios ha tenido especial preocupación en todo lo que cría, y es así como ha conseguido buena participación en las exposiciones en las que ha presentado ejemplares.

"Los inicios de mi criadero se remontan al año 1990. Es una tradición familiar, siguiendo la huella de mi padre que es un criador de larga data; de ahí nace todo el amor por el caballo, desde chico junto a él", contó Toro.

"En mi familia veo prolongado esto de la crianza. Estamos todos unidos, mi padre tiene su criadero y mi hijo también", agregó.

Respecto a la trayectoria del Santa Constanza, expresó: "Ha sido un poco difícil mantener el criadero en el tiempo, ha tenido altos y bajos pero como todos los que tenemos esta pasión por el caballo, hay que saber salir adelante".

Los comienzos del criadero los narró con mucha alegría: "Lo partí con dos vientres comprados en el criadero de don Fernando Varas. Además, compre unas potrancas ahí mismo, que tenían línea de Esquinazo y Bellaco, vientres a los que se les puso el potro Broche (Huachipato). Esos fueron los inicios de la crianza".

Respecto a la prioridad que tiene en la crianza, afirmó: "Me gusta la Morfología, sin descuidar la Funcionalidad. Para ello hay que tener buenas sangres en reproducción, hay nietas del Esquinazo y hay un hijo del Remezón (Rotoso). Tengo seis yeguas de crías y dos reproductores, Justiciero y Reportero (Remezón). Hay 20 ejemplares, todos de muy buena sangre, lo que es mi especial preocupación".

El andar del criadero se ha visto respaldado por los resultados en exposiciones. Al respecto, comentó que "en la medida que hemos ido participando en las exposiciones hemos ido tenido buenos resultados con los productos en diferentes categorías, tanto menores como mayores. Es un gran respaldo a nuestra crianza, premio al esfuerzo y sacrificio".

En cuanto a los galardones logrados en la última exposición de San Carlos, con su producto Santa Constanza Justiciero, dijo: "Fue muy lindo, fue una gran alegría lograr tres premios con el Justiciero (La Serena Encachao y Atenea Amanecida): primer lugar en la categoría 60 a180 meses, Campeón Potro Mayor y Gran Campeón Macho. Es un gran orgullo para uno recibir estos premios, una gran alegría para mi padre, porque a él le gusta mucho la crianza del caballo; es una alegría para toda la familia, ya que todos estamos en esto, es muy bonito".

Sobre lo que significa la Crianza y el Rodeo para él, señaló que "es una pasión completa, debe haber buena crianza para obtener buenos resultados en el Rodeo".

Hay que resaltar el hecho de que el amansa y trabaja sus caballos. "Los caballos son todos muy dóciles, hay que tener mucha paciencia con ellos, buscarles de a poquito, ir paso a paso, llevarlos con mucho cuidado, sin apurarlos. Son amansados y arreglados por mí, ahora hay un ejemplar que saldrá muy luego a correr", comentó.

Toro tuvo elogiosas palabras para la crianza del Caballo Chileno. "Actualmente está en muy buen pie, tanto en Ñuble como en el país, todos se han preocupado de mejorar sus planteles", opinó.

Y como consejo a quien se inicia en la crianza, acotó: "Desde un comienzo hay que tener buena línea de sangre, así garantiza buenas crías. En caso contrario se encarece todo y si no tiene bueno no puede vender. Por ello, antes de incorporar líneas de sangre, averiguo de ellas, su trayectoria".

Además, contó cómo está pasando la pandemia del Covid-19. "Estamos tranquilos en casa, pero igual tengo que salir todos los días al campo, debo poner mucho cuidado y también cuidar la familia. Mi papá no ha salido del campo, ha estado encerradito todo este tiempo. Es lo que debemos hacer todos, cuidarnos mucho", expresó.